Entre los estadounidenses liberados por Nicolás Maduro este miércoles 20 de diciembre tras el canje logrado por el empresario Alex Saab, figura Leonard Francis, conocido como el Gordo Leonard, un fugitivo acusado de estar detrás de uno de los escándalos militares más grandes en los Estados Unidos, así lo confirmó este miércoles 20 de diciembre el presidente de ese país, Joe Biden.
Por medio de un comunicado, emitido por la Casa Blanca, se confirmó que «un fugitivo llamado Leonard Francis, que huyó de Estados Unidos antes de que pudiera ser sentenciado por su papel principal en un descarado caso de soborno y corrupción, fue arrestado y devuelto a Estados Unidos desde Venezuela para que se enfrente a la justicia por los crímenes que cometió contra el gobierno de los Estados Unidos y el pueblo estadounidense».
Todo, de acuerdo a la agencia de noticias AP, está enmarcado en una de las mayores investigaciones sobre sobornos en la historia militar de Estados Unidos, que condujo a la condena y sentencia de casi dos docenas de funcionarios de la Marina, contratistas de defensa y otras personas por diversos cargos de fraude y corrupción.
Y estuvo marcado por la audaz fuga de Francis el año pasado, cuando huyó del arresto domiciliario en su casa de San Diego hacia Sudamérica.
Francis, una figura que medía seis pies tres pulgadas y pesaba 350 libras, era dueño y operaba el negocio de servicios de barcos de su familia, Glenn Defense Marine Asia Ltd. o GDMA, con sede en Singapur, que suministraba alimentos, agua y combustible a los barcos. El contratista de defensa de Malasia fue un contacto clave para los barcos de la Armada estadounidense en puertos de Asia durante más de dos décadas. Durante ese tiempo cortejó a los oficiales navales con carne de Kobe, cigarros caros, entradas para conciertos y fiestas sexuales salvajes en hoteles de lujo desde Tailandia hasta Filipinas.
A cambio, los oficiales, incluido el primer almirante en servicio activo condenado por un delito federal, ocultaron el plan en el que Francis cobraba de más por el suministro de barcos o cobraba por servicios falsos en los puertos que controlaba en el sudeste asiático. Los oficiales le pasaron información clasificada e incluso llegaron a redirigir buques militares a puertos que eran lucrativos para su empresa de servicios navales.
En una operación federal, Francis fue atraído a San Diego con falsos pretextos y arrestado en 2013. Se declaró culpable en 2015, admitiendo que había ofrecido más de 500.000 dólares en sobornos en efectivo a funcionarios de la Marina, contratistas de defensa y otros. Los fiscales dicen que estafó a la Marina por al menos 35 millones de dólares. Como parte de su acuerdo de culpabilidad, cooperó con la investigación que condujo a las condenas de la Marina. Se enfrentaba a hasta 25 años de prisión.
Redacción Maduradas con información de AP
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