El sueldo mínimo apenas supera los 40.000 bolívares lo que es insuficiente para que los venezolanos puedan solventar sus gastos. Ya las baterías para los automóviles doblan, triplican y superan con creces este monto.
Desde que el Gobierno tomó el control de las baterías y cauchos, estos repuestos se han disparado al punto de hacerse inalcanzables.
Los precios inician en 106.470 y llegan hasta 270.000 mil. Para comprarla es necesario hacer una larga cola que puede durar días, y llevar la batería dañada que haya tenido el carro previamente.