Residentes de la localidad La Perla, situada en el municipio Guásimos del Táchira, repudiaron la muerte de un bebé de 11 meses de nacido, quien perdió la vida a causa de su avanzado estado de desnutrición.
Los habitantes de esa comunidad también protestaron por su hermano de 3 años de edad, quien presuntamente mostró rastro de tortura y abuso sexual.
Revelaron que hace más de un año reunieron firmas y denunciaron los malos tratos que recibían los menores de edad en la Alcaldía de ese municipio, donde no adoptaron las acciones necesarias para que los padres y agresores de los niños fueran detenidos.
Los vecinos indignados ante la situación manifestaron con globos y colocaron pancartas en la casa donde vivían los menores de edad junto a sus padres.
«Desgraciadamente desde hace mucho tiempo se veían los abusos que cometían contra estos menores, muchas veces los ataron de manos, los dejaban ahí sin alimentos y comían delante de ellos sin proporcionarles comida», contó Geormarcy Angarita.
Aseguraron que habitualmente a los pequeños los sacaban envueltos en sábanas para que los vecinos no se percataran del estado de desnutrición de los niños y regresaban de madrugada.
«Nosotros si hicimos gestiones para que esto no siguiera pasando pero, lamentablemente, no se pudo lograr nada hasta que el bebé falleció, realmente pedimos justicia», afirmó Angarita.
De acuerdo a los testimonios suministrados por los residentes de esa zona, la madre, de 17 años de edad, y el padrastro, de 49 años de edad, los usaban para pedir dinero en la calle.
«Ellos usaban a esos niños como medio para pedir, en varias ocasiones el señor Rovira dijo que eso era el sustento de ellos, no les daban comida a los niños para que viera la desnutrición y les dieran a ellos«, narró Solibella Pérez.
Pérez relató que el padrastro era un hombre violento y que en una oportunidad tuvo un altercado con él porque le dio comida al sujeto para que se las diera a los menores de edad, pero prefirió comérsela.
Por este hecho fueron detenidos R. Mejía Romero, de 17 años de edad, madre de los menores; y J. Alberto, de 49 años de edad, presunto padrastro de los niños.
Según lo reseñado por La Nación, los pequeños quedaban bajo los cuidados del padrastro mientras su madre iba a trabajar en el Mercado de Táriba.
Redacción Maduradas
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