La vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), Beatriz Becerra, publicó un artículo de opinión en el que fustigó duramente al gobierno de Nicolás Maduro.
En el texto, denominado «Por una intervención humanitaria en Venezuela», Becerra se refirió a la visita de la actriz Angelina Jolie a Perú para comprobar la situación en la que se encontraban los miles de refugiados venezolanos en el país.
Destacó que Jolie –embajadora del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)– expresó su preocupación por lo que vio: «Por su papel institucional, ha recorrido campos de acogida por todo el mundo, desde Afganistán hasta Yemen, lugares devastados por los conflictos bélicos».
Calificó de «enormemente significativo» que ACNUR envíe a su más influyente representante a conocer la situación de las personas que huyen de Venezuela.
«Lo dramático de la situación venezolana es, precisamente, que al contrario de otras crisis de refugiados no se deriva ni de un desastre natural ni de una guerra. Sin ignorar el peso que han podido tener la corrupción, la ideología y la incompetencia del régimen, las pruebas demuestran que la crisis humanitaria que sufre el país es una operación política. Sólo así pueden entenderse las medidas disparatadas y, en especial, la criminal renuncia de Nicolás Maduro a abrir un canal humanitario y solicitar ayuda internacional», opinó Becerra.
Seguidamente, comentó: «el dictador está sometiendo a su pueblo al hambre y a la enfermedad. ¿Su objetivo? Impedir que el descontento y el hartazgo impulsen una nueva movilización, esta vez definitiva, que lo expulse del poder junto a su camarilla. Una ciudadanía hambrienta apenas tiene energía más que para perseguir su propia supervivencia. Además, entre los dos millones y medio de venezolanos que han huido de su propio país está buena parte de la juventud que más y mejor podría organizarse contra el narco-régimen».
Reiteró también su posición contraria al diálogo que, según ella, el Gobierno español ha invocado de forma «irresponsable».
Advirtió también que desde «hace tiempo» Venezuela dejó de ser el problema de un país para convertirse en la principal amenaza de la región.
«Europa tiene la obligación de vigilar y proteger. De vigilar la evolución de los acontecimientos en Venezuela para actuar en consecuencia. Y de proteger a los millones de ciudadanos venezolanos cuyas vidas se están viendo comprometidas. Ya han muerto centenares en la brutal represión, pero es incalculable la cifra de vidas perdidas por causa de esta crisis humanitaria salvaje e inducida».
Concluyó que la UE debe promover en las instituciones internacionales una intervención humanitaria.
«La situación es ya catastrófica, pero puede empeorar todavía más (…) Si el mundo no actúa, tal vez en unos años lo lamentemos profundamente y nos preguntemos –como ocurrió en otras tragedias– por qué no hicimos nada. A nadie le gusta llegar a este extremo, pero creo que es hora de poner la posibilidad de la intervención humanitaria en Venezuela sobre la mesa. Está contemplada en el derecho internacional y amparada por las instituciones mundiales. Exige un proceso jurídico complejo y un gran esfuerzo de consenso», argumentó.
Redacción Maduradas con información de El Español
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