El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, defendió este jueves la política de no injerencia en su país respecto a Venezuela, pero advirtió al Gobierno venezolano de que «no provoque» porque «también sabemos hacerlo de otra manera».
«Somos un país de paz, somos un país tolerante, estamos actuando reactivamente con respecto a temas internacionales, por respeto y tolerancia, pero la tolerancia tiene un límite y, por favor, que no lo rebasen», afirmó el mandatario en un encuentro con medios extranjeros hoy en Quito.
Moreno siguió asegurando que Ecuador es un país de «gente mansa, cordiales, amables, tolerantes, respetuosos» pero advirtió que no se le debe provocar porque «también sabemos hacerlo de otra manera».
Las declaraciones del jefe del Estado ecuatoriano se producen después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidiera el miércoles que «cese la persecución» contra el exmandatario de Ecuador Rafael Correa, requerido por la justicia ecuatoriana en relación a un caso de secuestro de un exlegislador opositor.
Como señal de advertencia, Moreno tachó de «estrambótica» la democracia en la República Bolivariana, «sin la participación de la oposición, con una posibilidad limitada de la observación internacional».
«Eso no está dentro de lo que nosotros consideramos la norma de la democracia», sostuvo, antes de expresar que esa preocupación la ha trasladado a foros internacionales.
Sin embargo, mostró su rechazo a cualquier intervención militar en ese país para tratar de cambiar la situación.
Ecuador expresó ayer su enérgico rechazo a las declaraciones de Maduro y del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien aseguró que existe una «injerencia de EE.UU.» para encarcelar a Correa, y llamó a consultas a los embajadores de ambas naciones, así como al representante diplomático en La Paz.
En reacción a esas declaraciones, también aplazó la partida del embajador ecuatoriano en Caracas.
Con información de EFE
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