El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, insistió este jueves en que su Gobierno no reconoce la legitimidad del Gobierno que encabeza Nicolás Maduro en Venezuela e invocó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a «abordar» la crisis que vive ese país.
Piñera suscribió personalmente una declaración de ocho puntos en la que afirma que Maduro, que asumió un nuevo mandato presidencial en Venezuela, llegó al poder «de forma ilegítima, como resultado de una elección que no cumplió los requisitos mínimos y necesarios para ser libre, democrática, transparente y con la presencia de observadores internacionales».
En ese contexto, el mandatario chileno, a quien Maduro calificó en la víspera de «pichón de Pinochet», pide «que se respete la integridad, autonomía e independencia del Tribunal Supremo de Justicia», que a su juicio «es un camino para recuperar el Estado de derecho en Venezuela».
También Sebastián Piñera reitera su respaldo a la Asamblea Nacional, electa el 6 de diciembre de 2015 y a su recién asumido presidente, el diputado Juan Guaidó, instando a Maduro a que «transfiera de forma provisional el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional», con el objeto de que a la brevedad se celebren nuevas elecciones presidenciales.
Esa, asegura el gobernante conservador de Chile, es la mejor vía para avanzar en la recuperación de la democracia, las libertades y el Estado de Derecho en Venezuela.
Ello, «con la participación de todos los actores políticos, la recuperación de la libertad de expresión, el acceso igualitario a los medios de comunicación, el término de los presos políticos, y la participación de todos los venezolanos, incluidos los que han debido abandonar su país».
«Necesitamos con urgencia el apoyo del sistema multilateral, especialmente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que debe abordar la crisis que afecta a Venezuela», señala en seguida el presidente chileno.
«Seguiremos aportando antecedentes para el examen preliminar que está llevando a cabo la Corte Penal Internacional sobre la comisión de posibles crímenes de lesa humanidad en Venezuela», añade.
También exige «que se establezcan mecanismos para permitir el acceso de ayuda humanitaria» para atender «esta grave y crítica situación y evitar que más venezolanos sigan muriendo de hambre o por falta de medicamentos».
Agrega que en coordinación con el grupo de Lima, se seguirán «analizando otras medidas, dentro del derecho internacional, para ayudar al pueblo venezolano a superar esta triste, extendida y dolorosa tragedia que afecta a Venezuela».
Piñera emitió la declaración unas horas después que su canciller, Roberto Ampuero, afirmara en una rueda de prensa que hoy es un «día negro» para la democracia en Venezuela, debido a la nueva investidura presidencial de Nicolás Maduro.
Ampuero, no obstante, se declaró convencido «de que el pueblo venezolano se va a levantar algún día, pronto lo deseamos, de esa lápida para que la democracia vuelva a imperar».
El jefe de la diplomacia chilena anunció además que su país mantendrá sus relaciones con Venezuela en el «bajo nivel» actual, como han coordinado los países del Grupo de Lima.
Respecto del calificativo de «pichón de Pinochet» que Maduro le dedicó al presidente Piñera, el canciller comentó: «Como ustedes saben, al asno se le reconoce por su rebuzno».