Desde entonces, solo en 2018 ha faltado en el podio del Balón de Oro, nunca por debajo del segundo puesto, en un duelo épico con Ronaldo, a quien ha acabado por poner a distancia de dos recompensas.
Ahora, Messi solo puede mirar a su propia leyenda, sabedor de que su mejores años están por detrás, pero siempre con la regularidad que le sitúa candidato a los mejores.
Su séptimo triunfo se asienta en el que, hasta ahora, había sido su pilar más débil, la selección, que en esta ocasión le dio el triunfo más prestigioso, la primera Copa América albiceleste en 28 años, que le permitió distanciarle de sus rivales por el premio individual.
Messi acumula 14 grandes premios individuales. De los siete Balones de Oro cuatro fueron compartidos con el de mejor jugador de la FIFA, cuando el premio se unió. En 2009 se alzó con ambos y, a ellos, suma seis Botas de Oro (2010, 2012, 2013, 2017, 2018 y 2019).
Además, ha sido el máximo goleador de la Liga de Campeones en cinco ocasiones (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015) y de la liga española en ocho (2010, 2012, 2013, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021).
Una lista a la que se suman cuatro Ligas de Campeones (2006, 2009, 2011 y 2015), diez ligas españolas (2005, 2006, 2009, 2010, 2011, 2013, 2015, 2016, 2018 y 2019), siete Copas del Rey (2009, 2012, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2021), tres Mundiales de clubes (2009, 2011 y 2015), tres Supercopas de Europa (2009, 2011 y 2015), siete Supercopas de España (2006, 2009, 2010, 2011, 2013, 2016 y 2018), el Mundial sub-20 de 2005 y los Juegos Olímpicos de 2008.
COPA AMÉRICA
Entre las espinas de su carrera, la final del Mundial de 2014 que Argentina perdió contra Alemania, el que habría sido su consagración con la albiceleste, de la que se consoló un poco al ganar este año la Copa América tras haber perdido tres finales (2007, 2015 y 2016).
Sus números son impresionantes y contribuyen a elevarlo al escalón más alto fútbol, capaz de desviar todas las miradas hacia donde se gire su figura.
El séptimo Balón de Oro llega en una temporada que empezó a contrapelo, tras verse obligado a seguir en el Barça pese a que hizo todo para dejar el club, enfadado con la dirección, y que acabó también en oposición de sus deseos, forzado a marcharse cuando estaba convencido de acabar su carrera en el club de su vida.
Por vez primera Messi logró un premio lejos del club al que llegó con 13 años para seguir un tratamiento hormonal y donde levantó una leyenda, máximo goleador histórico de la liga, del Barcelona, de Argentina y de cualquier otra selección sudamericana y segundo máximo anotador de la Liga de Campeones.