El gran cohete Starship de la empresa SpaceX explotó en los cielos de Texas (EEUU) pocos minutos después de un exitoso despegue por motivos todavía por determinar, aunque los ingenieros de la compañía señalaron que daban por buena la prueba, que se podría volver a intentar en unos meses.
El dueño de SpaceX, el multimillonario Elon Musk, reaccionó de forma inmediata en su cuenta de Twitter para felicitar a sus equipos y animarles a seguir trabajando en un proyecto que tiene como objetivo final contar con un aparato que lleve a los humanos a la Luna y Marte.