Todavía no se decide si las elecciones de la oposición del próximo 22 de octubre se celebrarán con la participación del Consejo Nacional Electoral (CNE). Hasta el momento, la Comisión de Primaria espera por la respuesta del ente comicial a la aclaratoria de las propuestas y las alternativas formuladas por su equipo técnico, después de que el organismo rechazara el pasado 18 de abril, las principales solicitudes de la instancia que organiza el proceso.
En ese sentido, El Pitazo entrevistó a dos especialistas en el análisis de los aspectos técnicos y políticos de una posible asistencia del CNE en las primarias en las que se elegirá al candidato unitario para enfrentarse al régimen de Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024.
Mario Torre, ingeniero electrónico y miembro del Grupo de Seguimiento Técnico (GST), señaló que a pesar de que el Sistema Electoral en el país se encuentra viciado y políticamente controlado por el régimen de Maduro, el Sistema de Voto Automatizado está bajo unas reglas que “si son verificadas y auditadas, hacen que el resultado sea corroborable y confiable”.
“Ciertamente, el Sistema de Autenticación Integrado (SAI) o conocido como ‘captahuellas’ puede traer temores o dudas, dado que, en el imaginario de la gente, se puede sospechar que la máquina puede conocer por quién votó cada persona. Se han realizado muchas auditorías (las cuales deben ser repetidas, una y otra vez, en cada evento electoral) y se ha demostrado hasta la saciedad que la máquina de votación no tiene forma de relacionar los votos con la identidad de los electores que la emitieron”, aseveró.
Torre enfatizó que la desventaja de utilizar el Sistema de Voto Automatizado con la asistencia del Poder Electoral “es de carácter político, no técnico”.
A su vez, Jesús Castellanos, docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y analista de temas electorales, también coincide con Torre en la parte técnica del CNE, no obstante, en lo político, representa una “desventaja por la débil institucionalidad” del máximo órgano comicial y un riesgo por una actuación que pueda ser favorable para el régimen de Maduro.
“Hay elementos verificables, constatables, sobre el sistema electoral venezolano —administración electoral con déficit de transparencia en el pasado, aunque hubo importantes mejoras en las regionales y municipales de 2021— y otros que forman parte de los mitos y temores electorales que hoy en día son perfectamente superables, como el registro del votante”, comentó.
Consideró que el sistema biométrico es utilizado tanto por algunos sectores de la oposición como el oficialismo para desmotivar el voto opositor.
“El CNE posee una mayor infraestructura, recursos que podrían facilitar el montaje de las primarias, pero además pudiera significar la realización de operativos especiales del Registro Electoral dentro del territorio nacional y la apertura en el exterior, además de hacer entender al ciudadano común que este CNE es el que va a montar las elecciones presidenciales de 2024 y si se quiere votar, hay que aceptarlo”, finalizó Castellanos.
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Redacción Maduradas con información de El Pitazo.
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