El drama humanitario en Venezuela es inocultable, a pesar de que muchos juegan a que pase por debajo de la mesa. Prueba de ello es que a los centros veterinarios del país muchas personas acuden diariamente para preguntar si venden un inmunosupresor llamado prednisona.
Sucedió en una tienda veterinaria de Caricuao, según reseña El Nacional Web. El periodista constató el estupor de un hombre que esperaba que atendieran a su perro:
«¿Por qué preguntan tanto por ese medicamento?«, pregunta. Un hombre le responde que es trasplantado de rinón y las pastillas no se las entrega el seguro social. «tú tienes que buscarlo», decía.
El señor de 46 años y que recurre a esta medida extrema es uno de los 3.500 transplantados que hay en Venezuela. Además, forma parte de los 300.000 pacientes venezolanos con enfermedades crónicas. El hombre recibió el riñón de su hermana hace 18 años .
Conseguir este medicamento se ha vuelto una odisea en el país. En Caracas una unidad se pueden vender hasta en Bs 500.000.
Los esteroirdes no solo son usados por trasplantados, sino para tratar una diversidad de condiciones, desde problemas autoinmunes hasta enfermedades cerebrales y respiratorias: