Estados Unidos dijo el jueves que sigue con especial atención el caso del avión de carga de la compañía venezolana Emtrasur demorado en Buenos Aires con sus tripulantes por sospechas de vínculos con el terrorismo apoyado por Irán, mientras la justicia argentina intentaba dilucidar si hubo irregularidades en su operación.
La aeronave modelo Boeing 747, que transportaba autopartes, se encuentra en un hangar del aeropuerto internacional de Ezeiza desde el 8 de junio, cuando las autoridades migratorias retuvieron los pasaportes de los tripulantes por sugerencia de agencias extranjeras de inteligencia.
Si bien el gobierno argentino confirmó que no hay pedido de captura internacional contra ninguno de los tripulantes, 14 venezolanos y 5 iraníes, y que no se detectaron irregularidades en su carga, la aeronave despierta sospechas porque pertenecía a Mahan Air, una compañía aérea de origen iraní a la que se le atribuyen nexos con el terrorismo.
En los registros oficiales la aeronave ahora es propiedad de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, cuya filial de carga es Emtrasur.
“Seguimos con gran interés las investigaciones judiciales y policiales de la tripulación y el avión, y agradecemos los esfuerzos investigativos de las autoridades argentinas para esclarecer la situación”, expresó el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc R. Stanley.
Por orden de un juez, los tripulantes no pueden salir del país. Sus pasaportes fueron retenidos y se le retuvieron pertenencias personales, como teléfonos móviles, mientras el avión es peritado por expertos. La causa judicial para determinar su identidad y el motivo de su arribo está bajo secreto de sumario.
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