Una adolescente de 17 años asesinó a sus padres adoptivos y quemó sus cadáveres, luego disfrutó de comida, cervezas e incluso asistió a una fiesta como si nada hubiese ocurrido.
La muchacha, identificada como Ana Carolina López Enríquez, oriunda de Ciudad de México, hija de una mujer con SIDA, fue dada en adopción y un año después comenzó su vida con María Albertina y Efrén López, dos empresarios exitosos. Tuvo una infancia difícil, fue burlada por ser una niña adoptada.
Ya en la adolescencia, Ana comenzó a decirle a su novio, José Alberto, que tenía problemas con sus padres y comenzaron a planear el crimen.
También comentaron de sus planes a un amigo del novio, identificado como Alexis, quien propuso la manera de asesinar a los padres y ocultar el crimen.
Durante los interrogatorios, los tres revelaron detalles de cómo ejecutaron el doble homicidio. Al parecer, Ana buscaba beneficiarse económicamente.
Las pruebas psicológicas revelaron que Ana presenta una escala de violencia de 9 sobre 10 y estuvo planeando el asesinato durante más de un año.
Como no estaba en capacidad física de hacerlo sola, buscó a los cómplices.
Su estatura de 1.48 metros no le iba a permitir hacerlo sola, por lo que encontró en los dos adolescentes a los cómplices perfectos. Su novio, sumiso y Mauro, igual de sádico que ella. Fue precisamente el novio de Ana el que confesó todo.
Redacción Maduradas con información de La Verdad Noticias.
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