Wuilly Artega, el recordado violinista de las protestas, emigró a Nueva York y se dedica a tomar su música cada día en el metro de esa ciudad.
Una venezolana que pasaba por la estación lo reconoció y lo acompañó en un espectacular acto que cautivó a todo aquel que pasaba a su alrededor.
Al terminar de cantar, Wuilly Artega abraza a la venezolana y continúa tomando su famoso violín.
El músico venezolano salió del país luego de que en 2017 fuese perseguido por el régimen de Nicolás Maduro por participar activamente en las protestas.