El economista José Toro Hardy advirtió que un juez «no puede modificar su propia sentencia», al referirse a la «corrección» que hizo el Tribunal Supremo de Justicia de los dictámenes que dejaron sin competencia al Parlamento.
A juicio de Toro Hardy, el gobierno reculó porque «la cosa se puso color verde hormiga”. Advirtió además que a través de la aclaratoria que hizo el TSJ, no puede suprimir los efectos de sus sentencias.
«La credibilidad y la imparcialidad de la institución rodaron por el fango de la ignominia”, consideró.
Por otra parte, refirió que es justa y necesaria a destitución de los magistrados, cumpliendo lo establecido en artículos 62 y 63 de la ley del TSJ.