«Investido como Soberano por naturaleza y la Constitución, el glorioso bravo Pueblo de Venezuela expresó su inequívoca voluntad de cambio el 6 de diciembre en las urnas electorales en todo el territorio nacional, en el más pleno ejercicio de su Soberanía», así comienza una carta que el diputado Julio Borges dirigió a Venezuela y en especial a las Fuerzas Armadas.
La Fuerza Armada Nacional cumplió su deber a cabalidad en este día histórico. Pero este acto electoral, este acto de voluntad del Pueblo Soberano, de donde emana el Estado y a Él está sometido, se ha de garantizar por medio de la defensa de sus resultados.
Estos resultados se han violentado por medio de actos írritos e inconstitucionales emanados de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, violando de paso el derecho del ciudadano a votar nulo al usar esta razón como base para decidir. Además, el máximo representante del Poder Ejecutivo, que es un mandatario del Pueblo Soberano, ha manifestado desconocer al Poder Legislativo a partir del 5 de enero. Colectivos en franca rebelión están convocando a tomar la Asamblea Nacional el 5 de enero y así impedir su instalación con los representantes impuestos constitucionalmente por el Pueblo Soberano.
El Pueblo Soberano decidió dar a la Mesa de la Unidad Democrática la mayoría calificada de las dos terceras partes de la conformación del Poder Legislativo representado en la Asamblea Nacional. Esa decisión es una orden clara y legal que las ramas del Poder Público, la ciudadanía y la Fuerza Armada Nacional deben acatar y defender. El Poder Legislativo es la columna vertebral de la República, la Democracia y del Estado. La sagrada voluntad del Pueblo Soberano se materializa el 5 de enero del nuevo año 2016.
Los hombres y mujeres civiles y militares, somos lo uno y lo mismo: venezolanos. El Pueblo Soberano está atento y sigue cada paso que ustedes dan.El compromiso incorruptible de la Unidad Democrática es contar con una Fuerza Armada Nacional institucional según el espíritu de la Constitución.
Hacemos un llamado público a que cumplan, de nuevo, su indeleble deber institucional como garantes de la Constitución, del Soberano y de la Nación, de proteger al Poder Legislativo y su debido funcionamiento para cumplir los fines del Estado.
Dios bendiga la Patria de Bolívar.
Por: Julio Borges