El régimen de Nicolás Maduro calificó como «farsa mediática» la organización de la Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, celebrada este jueves 17 de junio en Canadá, y en la que países e instituciones se comprometieron a aportar 1.554 millones de dólares para esta crisis.
«La sociedad venezolana observa hoy con indignación el desarrollo, en su nombre, de una nueva edición de la farsa mediática denominada conferencia de donantes para la migración venezolana, sin que se conozca el destino de los cuantiosos fondos anunciados», reza un comunicado del Gobierno publicado por el canciller, Jorge Arreaza.
En el mismo, denuncian que las «autoridades de España, Canadá, la Unión Europea y agencias de la ONU, bajo el estricto guion de Washington, exhiben una cínica lectura de la situación de las personas migrantes de origen venezolano».
La conferencia logró el compromiso de países e instituciones de aportar 1.554 millones de dólares a esta crisis, de los que 954 millones serán donaciones y 600 millones créditos.
Además, Colombia se comprometió a conceder un estatus de protección temporal a 1,8 millones de migrantes mientras que otros países, como Perú, Ecuador, la República Dominicana y Estados Unidos ofrecieron medidas similares de regularización de los desplazados.
La cifra de donaciones es superior a la cifra alcanzada durante la anterior conferencia, celebrada el año pasado, cuando los compromisos se establecieron en 653 millones de dólares.
De acuerdo con el régimen de Venezuela, la conferencia omite «tanto las causas vinculadas a la imposición de un bloqueo criminal a través de sanciones ilegales, hasta las situaciones de discriminación y explotación a las que son sometidos ciudadanos venezolanos en muchos países del continente».
«Se trata de una convocatoria inercial, vestigio de la fracasada política injerencista de máxima presión e intento de golpe de Estado en Venezuela promovida por la administración de (el expresidente estadounidense Donald) Trump, acompañada por sus satélites mas carnales desde el año 2018″, sostiene el comunicado.
El régimen venezolano también critica el uso de la palabra «refugiados» para referirse «a la totalidad de las personas migrantes de origen venezolano», lo que, a su juicio, ensambla «una fachada para justificar» las «opacas operaciones financieras» de apoyo a los migrantes.
«El mundo es testigo de una burda operación de propaganda política antivenezolana, que resulta además altamente rentable, a tenor de las propias declaraciones de los organizadores, que admiten haber recaudado hasta hoy, la nada despreciable suma de 2.800 millones de dólares, cuyo destino, es necesario reiterar, se sabe poco o nada. Cabe destacar que las agencias de Naciones Unidas especializadas en materia migratoria y sus socios se frotan las manos con la expectativa de contar con este jugoso presupuesto paralelo, fruto del sufrimiento de seres humanos inocentes», afirmó.