Venezolanos radicados en Chile iniciaron una campaña para recaudar fondos que permitan cubrir los gastos de repatriación del cadáver del joven Belmer Peña, fallecido en un fatal accidente de tránsito.
Peña murió luego de ser embestido cuando se desplazaba en una motocicleta junto a un amigo. Los sujetos que los arrollaron que huían de la policía luego de intentar robar en una vivienda del sector de Peñuelas.
El joven no tenía familiares directos en Chile, razón por la cual la realización de los trámites legales se ha visto demorada, reseñó el Diario el Día. Daniela Norambuena, gobernadora de la provincia chilena de Elqui, indicó que se contactó con la Fiscalía y el Servicio Médico Legal para permitir que una persona de confianza pueda retirar el cuerpo.
Sus amigos lo recordaron de manera muy cariñosa. Relataron que Belmer había llegado hace cinco meses a Chile buscando nuevas oportunidades. El joven venezolano vivía con sus amigos y compatriotas en La Serena, donde trabajaba para reunir dinero y poder traer con él a su familia
Trascendió que Belmer había olvidado su suéter en casa de un amigo, por lo que otro de ellos, Christopher Contreras, lo llevó para recuperarlo y fue cuando estaban de vuelta el momento en que, sorpresivamente, el vehículo con cuatro personas que huían de Carabineros tras un intento de robo los chocó.
“Lo que pasó no es justo” indica Carlos Ojeda, amigo, compañero y lo más cercano a un familiar que el venezolano tenía en Chile. Aún le cuesta asimilar el hecho y claramente afectado intentó recordar a Belmer.
“Lo que pasó no es justo” indica Carlos Ojeda, amigo, compañero y lo más cercano a un familiar que el venezolano tenía en Chile. Aún le cuesta asimilar el hecho y claramente afectado intentó recordar a Belmer en conversación telefónica con El Día la mañana de este miércoles.
“Era un chico súper aplicado, que no ha tenido barreras y siempre ha luchado, ganándose el corazón de mucha gente en Chile (…) la mejor persona que he conocido en toda mi vida”, señaló Carlos, con quien compartía casa, junto a otros amigos venezolanos. Era un ingeniero civil y trabajaba en el Café Cerro Grande en el sector oriente de la capital regional, además buscó un segundo trabajo en el local Sushi & Sushi, donde se desempeñaba hace ya cinco meses, todo para cumplir el objetivo de a sus padres y hermanos a Chile.
Redacción Maduradas con información de Diario El Día
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