Funcionarios y colectivos armados que custodiaban el hospital JM de los Ríos, impidieron la entrada del monseñor Tulio Ramírez, quien se disponía realizar una visita a los niños hospitalizados.
Ramírez estaba acompañado de dos médicos que trabajan en el hospital y se dirigió allí para ofrecer una plegaria a los infantes, quien al verse imposibilitado de ingresar, realizó la bendición a las afueras del lugar.
El hecho se produjo durante el apagón nacional que mantuvo a Venezuela por más de 100 horas sin luz, agravando la crisis en el sector hospitalario.