El Gobierno del estado brasileño Roraima, fronterizo con Venezuela, pidió al presidente Michel Temer un pago millonario referente a los costes extraordinarios por asumir la entrada de miles de inmigrantes venezolanos en la región, informaron este miércoles fuentes oficiales.
La gobernadora de Roraima, Suely Campos, envió un oficio al mandatario brasileño con diez reclamaciones para atender con garantías los efectos de la crisis migratoria venezolana, que afecta, además de a Brasil, a varios países de Latinoamérica.
Las exigencias de Campos se producen cinco días después del ataque contra campamentos de inmigrantes venezolanos en la localidad fronteriza de Pacaraima, donde habitantes de ese pequeño municipio quemaron las tiendas de campaña y los objetos personales de éstos.
Esos violentos incidentes provocaron que al menos 1.200 venezolanos regresaran a su país, según informó el Ejército.
Entre las demandas recogidas en el oficio, destaca el resarcimiento a los cofres del empobrecido Roraima de 184,2 millones de reales (unos 45 millones de dólares), que el Gobierno regional estima que ha desembolsado de manera extraordinaria para atender a los ciudadanos del vecino país.
Campos afirmó en el escrito no haber recibido nunca recursos federales para cubrir los gastos extras en educación, salud y seguridad causados por la sobrecarga migratoria en sus servicios públicos.
Asimismo, la gobernadora ha vuelto a solicitar a la Corte Suprema el cierre temporal de la frontera, algo que ya le fue negado en la Justicia con anterioridad y que el Ejecutivo central no contempla bajo ningún concepto.
Los ataques en Pacaraima movilizaron al Gobierno brasileño, que decidió reforzar la seguridad, enviar voluntarios sanitarios, construir un nuevo abrigo y acelerar el llamado «proceso de interiorización», que traslada a los inmigrantes venezolanos a otras ciudades del país.
Sin embargo, Roraima considera esas medidas insuficientes y por esta razón, decidió enviar un oficio con los puntos que considera fundamentales para atender al éxodo.
Además de ese millonario pago, pidió la construcción de un hospital de campaña y el envío de cinco ambulancias y de 70 coches patrulla para la Policía, entre otros equipamientos para mejorar la seguridad de la región.
Tras las presiones de Roraima, el ministro de Seguridad de Brasil, Raul Jungmann, viajará este jueves a Pacaraima para evaluar la situación tras su visita oficial a Colombia.
Las autoridades brasileñas calculan que en el último año y medio han ingresado a Brasil unos 50.000 inmigrantes venezolanos vía Roraima, la mitad de los cuales se habrían instalado en condiciones muy precarias en Boa Vista, la capital regional.
Se estima, además, que unos 400 entran diariamente a Brasil para huir de la crisis política, económica y social que atraviesa el vecino país.
Con información de EFE
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