El gobierno de los EEUU, ha instruido a intermediarios petroleros y refinadores de todo el mundo a reducir aún más sus tratos con el régimen de Nicolás Maduro, de lo contrario se enfrentarán a sanciones.
La medida se toma en momentos en que los intentos de Washington para derrocar a Nicolás Maduro en favor de Juan Guaidó, se han estancado, y es una muestra más de cómo se apoya en empresas no estadounidenses para lograr sus objetivos de política exterior.
Estados Unidos impuso nuevas sanciones a la industria petrolera de Venezuela a principios de este año, pero algunas compañías han continuado suministrando combustible al país desde India, Rusia y Europa.
Washington está particularmente interesado en terminar con las entregas de gasolina y productos refinados que Venezuela usa para diluir su crudo pesado para que pueda ser exportado.
Las fuentes dijeron que el combustible de aviones y el diésel estarán exentos por razones humanitarias.