El abogado constitucionalista Jesús Silva rechazó un video en el que acusaron al periodista de Venezolana de Televisión Jesús Manzanarez de haber golpeado a su esposa.
Mediante un artículo de opinión, Silva calificó este video difundido y viralizado en las redes sociales como “proceso de desgaste y acumulación” de la relación matrimonial del comunicador social.
Parte del comunicado reza lo siguiente: “Mi propuesta constructiva es que determine la verdad de los acontecimientos respetando el debido proceso constitucional, que se aplique rigurosamente la ley para preservar el Estado de Derecho y la protección a la mujer como lo tiene previsto la Constitución Bolivariana”.
A continuación el artículo de Jesús Silva:
Luego de varias semanas en EEUU, donde estoy escribiendo un libro, me entero aquí a través de las redes sociales de un escándalo muy triste (que la oposición sádica celebra) en el cual el joven chavista y periodista de VTV Jesús Manzanárez presuntamente habría golpeado a su esposa. De esta historia circula un video que se ha hecho viral donde el propio Manzanárez parece afirmar que ha golpeado a su cónyuge en reiteradas oportunidades debido a lo que él describe como “un proceso de desgaste y acumulación” de la relación matrimonial.
Uso el término presuntamente porque como revolucionario y abogado me apego al principio jurídico de que la inocencia se presume y la culpabilidad hay que demostrarla. Es más, eso que dicen de que “a confesión de parte, relevo de pruebas”, es falso. La aparente confesión es un indicio, es decir, un elemento que puede conducir a esclarecer la verdad, pero no garantiza la verdad y no es plena prueba. En este contexto, cualquiera podría asumir la realización de un hecho sin ser su autor o sin esgrimir las circunstancias eximentes o atenuantes que pudieran obrar a su favor en caso de ser culpable, por lo que sufriría un castigo mayor al que merece.
Ahora bien, partiendo del hecho hipotético de que la información ventilada en redes y en el video es veraz, advierto como feminista y ex consultor jurídico del Instituto Nacional de la Mujer que en ningún caso se justifica que un hombre le pegue a una dama y que siempre que esta violencia intrafamiliar se deja pasar, la misma termina en acontecimientos peores como el asesinato. Rasgos enfermizos como la impulsividad, la irritabilidad, el machismo, baja autoestima y la falta de inteligencia emocional son comunes en los hombres que abusan de las mujeres.
Nótese que la fuerza física del hombre es superior a la de la mujer, y en el escenario indeseable de una confrontación entre marido y mujer, el caballero no puede responder golpe por golpe porque su acción puede tener un efecto letal capaz de ocasionar la muerte; en este caso extremo debe el hombre contener, neutralizar, inmovilizar a la mujer agresora pero sin golpearla hasta que la situación pueda ser calmada, e inclusive hacerse acompañar de un tercero mediador como el padre, madre o hermano o hermana de la mujer violenta.
Otro caso extremo es la violencia del hombre por su honor lastimado debido al adulterio o infidelidad cometida por ella. Antiguamente en el Código Penal venezolano el marido que mataba a su pareja por esta razón recibía una rebaja en la pena impuesta por el tribunal. Hoy esa aberrante figura jurídica ha sido eliminada y mi recomendación legal al ofendido es introducir inmediatamente la demanda de divorcio alegando la indignidad o falta de la consorte adultera. Si la mujer no es honesta, hay que divorciarse de ella, pero nunca pegarle ni mucho menos matarla porque no se puede castigar un delito con otro peor. La pena de muerte está negada en Venezuela.
Si el presunto autor es culpable, le debe una disculpa al chavismo, a VTV y a toda Venezuela. Debe someterse a tratamiento psiquiátrico para su rehabilitación y admitir los hechos a la luz de la pena establecida en la Ley Orgánica sobre el derecho de la Mujer a una vida libre de violencia. Sólo así podría superar este bochornoso episodio y prevenir males mayores.
Sirvan estas respetuosas palabras como serena reflexión jurídica y también para expresar categóricamente mi repudio a la violencia de cualquier hombre contra cualquier mujer, no importa sin el victimario es de un partido político o de otro. Estos actos son despreciables y desacreditan al movimiento político al cual pertenece el presunto violador de la norma.
Mi propuesta constructiva es que determine la verdad de los acontecimientos respetando el debido proceso constitucional, que se aplique rigurosamente la ley para preservar el Estado de Derecho y la protección a la mujer como lo tiene previsto la Constitución Bolivariana.
Es mi convicción que los revolucionarios que hacen vida en medios de comunicación deben ser figuras ejemplares y modélicas para el resto de la sociedad. Le saldría políticamente muy caro a la revolución, sostener en pantalla a infractores de las normas. Sin duda la derecha aprovecharía esa brecha para causar la mayor suma de daño moral a la revolución.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante
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