Luis Alberto Silva, el transgénero venezolano conocido como “La Sirena Real” y quien falleció el pasado lunes, cautivó con su belleza y sensualidad a más de uno. Un trabajo del portal Versión Final revela cómo fue su transformación.
Silva tenía 26 años y perdió la vida tras una infección pulmonar. Se cree que las sustancias inyectadas en su cuerpo para concederle una voluptuosa forma femenina pudieron migrar hasta sus pulmones y causar la complicación mortal.
«La Sirena» creció en el sector Los Mangos de Maracaibo y su infancia fue como la de cualquier varón en una familia humilde de esta ciudad. Era el mayor de tres hermanos y desde pequeño soñaba con salir adelante.
Tenía 15 años cuando comenzó a trabajar en la calle. La avenida 5 de Julio era su plaza desde las 8:00 de la noche. Juntoa otras compañeras de trabajo, se ataviaba con tacones y ropa sugerente, a la espera de clientes. Allí comenzó a nacer su fama y crecieron sus ganas de convertir su cuerpo en el de una espectacular mujer.
Desde hace unos años vivía fuera del país. Era conocida por su sensualidad en parte de Latinoamérica, España y en los Estados Unidos. En la comunidad LGTB era toda una celebridad.
Army Romero, uno de sus conocidos dijo que murió de un paro respiratorio en Miami.
“Era un varoncito flaquito y bonito. Su transformación se dio poco a poco y llegó lejos, llegó a ser la más hermosa de Venezuela. Para nosotras es un gran ejemplo a seguir”, afirmó al portal.
Además destacó que tenía una personalidad muy ocurrente y que colaboró mucho con su familia y con sus compañeras de calle cuando progresó.
“Decía que no había nadie como ella y así era. Su belleza la llevó a la cúspide. Una vez que salió adelante ayudó mucho a su familia y a muchas de nosotras. Hace un tiempo estuvo muy enamorada, duró como dos años con esa relación. Nunca la vi así, se amaban mucho. Ahora lamentamos lo que le pasó, estamos impactadas”.
La «Sirena Real» había sido reconocida en los certámenes gays nacionales e internacionales. Después de hacerse varias cirugías, comenzó a viajar alrededor del mundo.
La última de sus operaciones estéticas fue una «afeminación» de rostro con la que retocó sus pómulos, frente y mejillas. Murió sin someterse a su reasignación de sexo.
Se conoció que la madre de “La Sirena” no ha podido obtener el permiso especial de la embajada americana para buscar el cuerpo de su hija en los Estados Unidos y que es su amiga Valeria Irons (con quien vivía en el extranjero), quien se está encargando de los trámites legales para poder traer el cuerpo a Maracaibo.
Redacción Maduradas con información de Versión Final
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