Con perdigones y bombas lacrimógenas intentan los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana dispersar a los opositores que se concentraron en la Plaza Venezuela para marchar hasta la sede del CNE a fin de entregar un petitorio.
Personas en el lugar corrieron para no ser alcanzados por las lacrimógenas y para ubicar nuevas vías hacia la avenida Libertador. Los funcionarios insisten en que no permitirán el paso. En el lugar también se encuentran colectivos del chavismo.
En el lugar se encuentran Henrique Capriles, Chúo Torrealba y Henry Ramos Allup. Se mantiene una situación tensa.