El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invitó a los mandatarios de Brasil, Colombia y Perú a una cena la próxima semana en Nueva York con la intención de discutir la crisis de Venezuela y mejorar los lazos con la región tras complicaciones surgidas con México.
La crisis económica y política en Venezuela, fuente de un 10 por ciento del crudo que se consume en Estados Unidos, estará casi con seguridad en el tope de la agenda cuando Trump reciba a Michel Temer de Brasil, Juan Manuel Santos, de Colombia, y Pedro Pablo Kuczynski, de Perú, el lunes por la noche en la Torre Trump, dijeron diplomáticos.
“Trump necesita demostrar que tiene buenos amigos en la región que comparten una agenda con Estados Unidos, pero no estoy seguro de que vaya a obtener lo que quiere”, dijo un diplomático brasileño, quien pidió que no se mencionara su nombre porque no podía hablar públicamente sobre el tema.
Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que Trump asistirá a una cena con varios líderes latinoamericanos el lunes por la noche y que la crisis de Venezuela será el principal tópico de discusión. Los mandatarios también hablarán sobre Cuba, dijo una de las fuentes.
La cena tendrá lugar la víspera a la apertura de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que dejará el cargo tras las elecciones del próximo año, decidió no asistir al encuentro.
Trump ha molestado a México, el principal socio comercial de su país en América Latina, al acusarlo de robar empleos, amenazarlo con retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte e insistiendo en que debe pagar por el muro que planea construir en la frontera para frenar la inmigración ilegal.
Trump no tiene actualmente otras iniciativas con otros países latinoamericanos. De hecho, dos de sus tres invitados a la cena del lunes -Colombia y Perú- son miembros del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) del que Estados Unidos se retiró.
El miércoles, Trump indispuso a Colombia, el país sudamericano con los lazos más estrechos con Washington, al amenazar con incluirlo en una lista negra por no detener un alza en la producción de cocaína, que en su mayor parte termina siendo vendida en las calles de ciudades estadounidenses.
Ambos países han sido estrechos aliados durante mucho tiempo en la lucha contra el narcotráfico, pero en los últimos años han ampliado el foco de sus relaciones para incluir comercio y el proceso de paz de Colombia con las guerrillas.
Redacción Maduradas, con información de Reuters
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