Nathan Pond es un niño nacido en Barbados, hijo una mujer venezolana, Asahary Tang, que da ejemplo de esfuerzo y lucha trabajando en el negocio familiar.
Este pequeño, de tan solo 10 años, al salir de la escuela pasa al negocio de su madre, llamado Arepitas, donde se desempeña como gerente.
Aseguró que su sueño es que «todo sea bueno», «que no pasara más nada» y «poder ir a Venezuela».