El economista Alejandro Grisanti señaló que el líder del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro, inició la campaña electoral con un incremento del 43% en las bonificaciones, elevándolas de 70 a 100 dólares. Sin embargo, aclaró que lo anunciado por Maduro no constituye un aumento salarial ni se suma a las prestaciones.
Grisanti consideró que a pesar de ello, la medida representa una mejora en los ingresos mínimos, aunque sigan siendo muy bajos. Agregó que es necesario esperar para ver qué sucede con las pensiones y no descartó la posibilidad de que Maduro, en modo electoral y con un poco más de recursos, realice ajustes de alguna manera «creativa» en las pensiones.
Asimismo, destacó que Maduro ha impactado negativamente en el salario, pero desde el punto de vista electoral, podría obtener beneficios.
Por su parte, el economista Ronald Balza coincidió con Grisanti en que el aumento del bono de Guerra Económica no significa un aumento salarial. «En el ingreso mínimo solo sumó dos bonos, el Bono de Guerra y el Cestaticket, omitió sumar el salario mínimo. El salario mínimo sigue en Bs.130, que es el que tiene incidencia sobre las prestaciones, vacaciones y utilidades», sostuvo.
«Lo peor del caso es que nos dice que el ingreso mínimo no contiene el salario. Es la suma de los bonos», recalcó.
En referencia a la cantidad de $103 que recibirán los empleados del sector público en la primera escala salarial, Balza mencionó que un aumento en los salarios contribuiría a mejorar la productividad.
Redacción Maduradas con información de Banca y Negocios y Unión Radio
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