Forbes confirmó que el yate Dilbar de 512 pies, valorado en casi 600 millones de dólares, fue incautado por las autoridades alemanas en Hamburgo. La medida forma parte de los duros castigos propinados a los multimillonarios rusos cercanos a Vladímir Putin, en clara condena por la invasión y guerra a Ucrania.
De acuerdo al mencionado medio de comunicación, la embarcación es del multimillonario ruso Alisher Usmanov, quien figura entre los sancionados por la Unión Europea (UE).
Usmanov compró Dilbar en 2016 al constructor naval alemán Lürssen, quien lo diseñó a su medida en 52 meses. La firma lo llama «uno de los yates más complejos y desafiantes jamás construidos, tanto en términos de dimensiones como de tecnología».
Pero Usmanov no es el único afectado por la guerra en Ucrania, ampliamente condenada por la UE y demás aliados occidentales. Por ejemplo, Román Abramóvich, dueño del Chelsea (Club de fútbol de la Premier League de Inglaterra), confirmó este miércoles que el club inglés está en venta y que no pedirá que se le pague ninguno de los préstamos que ha hecho al equipo en los últimos años.
«Me gustaría responder a la especulación que ha habido en los medios de comunicación en los últimos días respecto al Chelsea. Como he dicho en otras ocasiones, siempre tomo las decisiones en el mejor interés del club y, en la situación actual, la mejor decisión es vender el club», dijo Abramóvich.
Aseguró que la venta del club no será inmediata, sino que seguirá un proceso y que no pedirá que los préstamos que ha hecho al equipo, y que ascienden a más de 1.500 millones de libras, se le paguen.
«Ha sido una decisión muy difícil de tomar y me duele mucho tener que dejar el club. Espero poder volver una última vez a Stamford Bridge para poder deciros adiós a todos. Ha sido un privilegio formar parte del Chelsea y estoy muy orgullosos de todo lo que hemos logrado», expresó de acuerdo a la información proporcionada por la agencia de noticias EFE.
HORROR EN UCRANIA
La invasión rusa de Ucrania llega a su octavo día. Este lunes el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha forzado a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a negociar en la ciudad bielorrusa de Gómel, en lo que parecería un intento de acabar con el conflicto, que podría derivar en uno de todavía mayor envergadura en Europa.
De acuerdo a medios internacionales, Kiev está sitiada por las tropas y los carros de combate rusos. En este momento nadie puede salir ni entrar de la capital, mientras que las Fuerzas Armadas de ese país no lograron mantener el control de Járkov, la segunda urbe más importante, que fue duramente castigada por los bombardeos.
Al menos cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas en bombardeos el miércoles 2 de marzo contra la sede de los servicios de seguridad y contra una universidad en Járkov, indicaron socorristas ucranianos. Mientras que en la capital Kiev, un ataque impactó la torre de la televisión, con saldo de cinco muertos y cinco heridos.
Sobre el centro educativo, se reportó que los misiles rusos alcanzaron el edificio de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Kharkiv, además de los edificios del Servicio de Seguridad de Ucrania en el Óblast de Kharkiv y la Dirección General del Ministerio del Interior.
El Ministerio de Defensa de Ucrania emitió un nuevo reporte sobre las bajas rusas. Según informaron, las fuerzas del vecino país sufrieron hasta este lunes 5.300 bajas entre sus tropas. Rusia también ha perdido 816 vehículos blindados de combate, 291 automóviles, 191 tanques, 60 depósitos de combustible, 29 aviones, 29 helicópteros, 74 piezas de artillería, 21 lanzacohetes Grad, cinco antiaéreos, dos buques, tres drones y un sistema de misiles Buk, informó el diario The Kyiv Independent, citado por Infobae.
Asimismo, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, afirmó que desde el inicio de la invasión rusa contra Ucrania han registrado al menos 102 civiles muertos, incluyendo siete niños, y advirtió que las cifras reales en el terreno pueden ser «considerablemente» más altas. De hecho, ya para este miércoles se habla de más de 2.000 civiles caídos.
«La mayoría de los civiles murieron por la acción de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo artillería pesada y sistemas de cohetes con multilanzamientos y en bombardeos», afirmó Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. «Me temo que el balance real sea considerablemente más alto», insistió la funcionaria.
Más de un millónpersonas han huido del conflicto en Ucrania para buscar refugio en países vecinos, indicó este jueves 3 de marzo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en su más reciente actualización. El lunes se había reportado 550.000.
PRIMERA BATERÍA DE SANCIONES
Putin reconoció en un mensaje televisado, el lunes 21 de febrero, «la independencia de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk». Su discurso ha sido rechazado por el mundo occidental.
La UE ha reaccionado y señaló que el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones separatistas de Ucrania es una «flagrante violación del derecho internacional». Por tanto, prometieron una reacción «con firmeza».
Los gobiernos de Francia y Alemania, que según el Kremlin fueron informados previamente de la intención de Putin de reconocer la independencia de las regiones rebeldes, expresaron su «decepción» por la decisión rusa y el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
En consecuencia, Estados Unidos y la UE acordaron una primera batería de sanciones que incluye la prohibición de entrada en territorio comunitario a decenas de altos cargos y políticos rusos, el veto a ciertas entidades financieras y al Estado ruso para operar en el mercado financiero y el sector servicios europeo, y un embargo comercial a las dos provincias ucranias declaradas en rebeldía.
El veto y la congelación de bienes europeos afecta a los 351 diputados del Parlamento ruso que apoyaron el reconocimiento de la independencia y a 37 altos cargos y entidades del sector de la defensa y de las finanzas, según ha detallado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al término del consejo de ministros de Exteriores.
«COMENZÓ LA GUERRA»
Pese a las medidas tomadas por la UE y los aliados occidentales, como los Estados Unidos, Putin anunció el miércoles 23 de febrero una operación militar especial en la región del Donbás para «proteger» a la población y «desnazificar» la zona.
En el discurso, transmitido por la televisión nacional rusa, Putin instó a las fuerzas ucranianas a deponer las armas y volver a casa, diciendo que toda la responsabilidad por el posible derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del gobierno ucraniano.
Tras el discurso de Putin, el mandatario norteamericano emitió un comunicado, en el cual afirmaba que Rusia había lanzado «un ataque no provocado e injustificado» contra el pueblo ucraniano.
«El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», dijo. «Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de forma unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas», agregó.
Redacción Maduradas con información de Forbes, Infobae, Europa Press, EFE, OTAN, ABC y Huffpost
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