Como consecuencia de la gran migración de venezolanos, cada vez son más los niños que quedan solos en el país, sin el cuidado de sus padres.
Las familias venezolanas se encuentran desperdigadas por el mundo por la escasez, inflación y crisis humanitaria que atraviesa el país.
“A mí papá lo mataron y mi mamá se fue del país”, expresó, visiblemente afectado, un niño de 10 años que fue entrevistado por el equipo de Sumarium.
El periodista que lo entrevistó le ofreció comida y su apoyo.