El colapso de la salud pública sigue causando dolor en los hogares venezolanos. La mayoría de los enfermos no pueden pagar la atención privada por los elevados costos y deben resignarse a ser atendidos en hospitales en los que su vida corre riesgo.
Fotos: Diario La Región
Composición: Maduradas
Una madre que dio a luz en el Hospital Victorino Santaella de Los Teques vivió de primera mano el dolor. El diario La Región reporta que el bebé de Érica Villaparedes, de solo tres días de nacido, murió después de irse complicando progresivamente.
“Está muy blanco” y “no me gusta la rigidez que presenta” fueron los únicos comentarios emitidos por enfermeras que alertaron que algo no estaba bien con el pequeño Sebastián Josué Guitian Villaparedes. Su madre tenía previsto dar a luz en Caracas, pero como se adelantaron las contracciones, lo hizo en Los Teques.
El bebé nació a las 10:47 am del jueves pasado y fue llevado a incubadora por el «color» que presentaba. Aunque su mamá lo veía cada tres horas, le prohibieron amamantarlo porque no tenía fuerza suficiente.
En el hospital no había neonatólogos y por eso eran las enfermeras quienes cuidaban a los recién nacidos.
A su esposo le pidieron insumos para realizarle unos análisis al bebé, pero el sábado en la noche el recién nacido comenzó a ponerse morado en las extremidades.
Las residentes de emergencia le dijeron que debía ser atendida por las enfermeras, quienes se encargaron de los cuidados. A las 5:00 am fue la última vez que su madre lo vio y le avisaron a las 7 de la mañana que el bebé se había complicado y no respondió más.
«Doy a conocer mi caso porque no es el primer niño que muere y lastimosamente no será el último. Estando recluida en una habitación se reventó una tubería de aguas negras y en otra ocasión se reventó una tubería de aguas blancas; hay filtraciones y se habla de que el área pediátrica está contaminada, lo que explicaría el deterioro de mi bebé y de otros allí recluidos que corren peligro de tener el mismo desenlace que el mío», confesó la conmovida madre al medio local.
La infortunada mujer responsabilizó al Gobierno por el colapso de los hospitales.
“No culpo a las enfermeras porque fueron las únicas consecuentes; señalo directamente a este Gobierno que tiene por el piso a nuestros hospitales, donde cada día hay menos médicos porque son mal pagados. No hay insumos ni especialistas y para presumir de una gestión siguen recibiendo a los pacientes y jugando con su vidas. Quienes no tienen para costear una clínica están condenados al peor destino”.
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Redacción Maduradas con información del diario La Región.