Los vecinos del Barrio 70 de El Valle asistieron al velatorio de los cuatro niños asesinados a manos de José Manuel Morgado Bello, de 48 años de edad, quien también abusó sexualmente de ellos el pasado viernes en horas del mediodía.
A pesar de que el hombre fue abatido en una vivienda del sector La Quebradita (estado Miranda), los vecinos opinaron que no debieron asesinarlo, ya que, a juicio de muchos, “merecía sufrir”.
Una versión señala que fueron funcionarios del Cicpc los que dieron con la residencia y habrían ultimado a Morgado Bello.
De acuerdo con los mismos residentes de la zona en la que ocurrieron los hechos, el delincuente se dedicaba al robo, pero, por lo demás, “era un hombre normal”.
“A ese monstruo lo senté a mi mesa, le serví comida y miren cómo me pagó”, expresó entre llanto Luis Maita, abuelo de Humberto Ruiz, uno de los niños fallecidos.
Del mismo modo, aseguró que se le veía como un hombre “respetuoso y colaborador con los vecinos”.
“Salía a robar y al rato lo veías con bolsas de comida que luego compartía con los vecinos”, narró Maita.
El día de los hechos, Maita había salido a cobrar la pensión y, cuando regresó, su nieto se comió unos cambures que llevó su abuelo.
“Cuando llegué, mi muchachachito se comió cuatro cambures que le traje y salió a buscar a Roxana (otra de las niñas fallecida). Él decía que era su novia. Esos muchachitos se la pasaban jugando todo el día. Mi nieto era su protector, todo un hombrecito”, añadió, aún con lágrimas en los ojos.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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