El drama humanitario del país es padecido con más rigor por aquellas personas con alguna patología crónica como el cáncer, quienes deben lidiar con la angustiante situación de no conseguir los tratamientos necesarios o de no tener recursos para importarlos.
Este lunes se realizó una marcha del sector salud hacia la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Una paciente con cáncer que caminó en la actividad, Mildred Valera, declaró que el diagnóstico se ha convertido casi en una sentencia de muerte en el país:
“Las personas a las que les diagnostican la enfermedad en el país se suicidan para no lidiar con la escasez de medicamentos, deben encomendarse a Dios”, dio a conocer Varela en una entrevista a TVVenezuela.
Denunció que a pesar de la dramática situación, el gobierno hace caso omiso a sus reclamos:
“Es horrible estar con la angustia de no tener medicamentos para el siguiente mes, eso me genera ataques de pánico. No tengo ansiolíticos para dormir, yo no duermo”, señaló Valera.