La comunidad internacional sigue alarmada ante las graves denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Muchos han sido los casos de torturas y demás agresiones a los ciudadanos durante las manifestaciones y detenciones arbitrarias que, por supuesto, el Gobierno nacional ha dejado a un lado.
Ahora, una de las principales plataformas checas para los estudios de América Latina en el país presentará ante la Corte Penal Internacional de La Haya 55 casos de supuesta tortura en Venezuela.
La abogada Tamara Sujú, directora ejecutiva del Instituto CASLA de Praga, quien viajará este martes a la capital holandesa para presentar las denuncias, declaró a la Agencia EFE que “hay torturas masivas desde el 2014 para acá contra detenidos sin importar sexo, edad, profesión, estado físico y mental de las personas”.
Entre los testimonios destaca el de Gloria Tobón Fernández, de 47 años, y su hija Katerin, de 22 años. Ambas fueron detenidas por funcionarios del ejército y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en marzo de 2014 en la ciudad de Rubio (Estado de Táchira) junto a 23 personas, mientras esperaban en la terminal de autobuses para ir a San Cristóbal a comprar comida y pasar por ahí una manifestación.
Según Sujú, los métodos de tortura contra esas personas de Rubio fueron intento de asfixia mecánica, vinagre en la cara, golpes contundentes y puntapiés, después de haber sido vendadas y esposadas por más de doce horas, y también aplicación de electricidad en las uñas, muñecas, senos y vagina, según publicó La Patilla.
Vasco Da Costa, de 55 años, detenido dos veces, escribe que fue encapuchado y golpeado con objetos contundentes, con palo con punta de clavo y con sacos de arena, y que fue colgado por las muñecas y golpeado hasta desfallecer, en la cara con la cacha de la pistola.
Estos casos son solo algunos de los ejemplos de los testimonios que presentará la abogada, quien denuncia que “la impunidad es tal que en gran porcentaje ninguno de los casos de tortura ha sido investigado y castigado”.