Alberto Fernández, presidente de Argentina, aseguró este miércoles 29 de junio que “ya no hay denuncias en Venezuela” acerca de hechos relacionados con la violación de derechos humanos.
“El tema de derechos humanos no tiene ideologías ni banderas. Cuando sentí que en Venezuela estaban en riesgo los derechos humanos, pedí que la ONU investigara lo que pasaba. Gracias a Dios votamos eso, porque las cosas en Venezuela mejoraron muchísimo y esas denuncias ya no existen”, dijo el mandatario en una entrevista televisiva.
Las declaraciones que Fernández ofreció a C5N, contradicen la actualización del informe sobre Venezuela que Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, presentó este miércoles y en el que aseguró que en el país aún siguen las ejecuciones extrajudiciales, en hostigamiento a los medios de comunicación, la desacreditación de los disidentes políticos y falta de un salario mínimo digno.
“Sigo instando a que se lleven a cabo investigaciones independientes, exhaustivas y oportunas, con las debidas garantías procesales, que conduzcan a la rendición de cuentas de todos los perpetradores, independientemente de su rango, y a la reparación completa para las víctimas y sus familias”, advirtió Bachelet.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos señaló que entre mayo de 2021 y abril de 2022 su equipo en Venezuela visitó 21 centros de detención e hizo 259 entrevistas confidenciales a personas detenidas, incluidas a 46 mujeres.
Aseguró que su equipo trató varios casos individuales, incluyendo algunos que argumentaban malos tratos y otras violaciones a los derechos fundamentales. Ese trabajo ayudó a la liberación de 68 detenidos, entre los que se encuentran 14 mujeres. Aclaró que la mitad de esas personas fueron puestas en libertad condicional.
Por otra parte, denunció que a su oficina en Caracas no se le permite la entrada a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta o a El Helicoide, ni a otros centros de detención militar.
“Mantengo mis preocupaciones por los centros de detención previamente administrados por los centros de inteligencia, El Helicoide y Boleíta. Estos centros no son adecuados para tener personas privadas de libertad, dado los riesgos de malos tratos”, alertó.