En un contundente artículo publicado en Wasghinton Examiner este 10 de diciembre instan al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que tome acciones «concretas» para liberar a Venezuela.
Daniel Di Martino, exiliado político venezolano y miembro de Vente Venezuela, resume que Trump tiene «opciones para terminar con el régimen de Maduro y la amenaza que representa» para Estados Unidos.Admite que esto no será fácil y requerirá que Trump y su equipo «utilicen el poder blando» y duro de Estados Unidos.
«Lamentablemente, hay más razones para estar desesperado que esperanzado sobre el futuro de Venezuela. El resultado más probable es la consolidación de una segunda dictadura al estilo de Cuba, pero a diferencia de Cuba, ésta tiene acceso a reservas de petróleo y recursos naturales efectivamente ilimitados, incluidos el oro, el coltán y el uranio. Maduro no es solo un dictador, es el líder de un grupo de narcotraficantes y terroristas internacionales. Está respaldado por intereses poderosos, bien financiados y malvados como Cuba, Irán, Rusia y China. Más importante aún, grupos narcoterroristas como las FARC, el ELN e incluso los carteles mexicanos y Hezbollah operan libremente en un territorio más grande que Texas para exportar cocaína a los Estados Unidos», comenta el articulista.
Opina que aunque las sanciones fueron positivas también fueron «insuficientes» para terminar con el régimen de Maduro y atribuye a Juan Guaidó parte de la responsabilidad de que no se haya logrado concretar el cese de la usurpación.
«Guaido tenía que estar listo para pedir apoyo militar internacional. En mayo, dije que alguna forma de acción militar internacional era el único camino que quedaba para restaurar la democracia y salvar la vida de millones de venezolanos. Pero Guaido no siguió ese consejo. En cambio, rompió su promesa de no participar en diálogos falsos al participar en dos de esas conversaciones con Maduro, dándole a Maduro más tiempo para organizarse y enfriar las protestas contra Maduro. Esto no es nuevo: Maduro y Chávez antes que él usaron el diálogo como una herramienta para terminar con el impulso de la oposición durante las últimas dos décadas. Guaidó nunca solicitó el apoyo militar de nuestros aliados, a veces diciendo que lo consideraría ‘si se lo ofrecían»‘y otras veces diciendo que no lo quería, o incluso burlándose de él en los ayuntamientos públicos», amplió Di Martino.
Alega que ante el descenso de la popularidad de Guaidó (quien según asegura, registra una desaprobación del 90% de su administración, «tan mala como la impopularidad de Maduro») Estados Unidos tendría solo dos opciones que tomar:
«Aquí es donde Estados Unidos puede ayudar con dos acciones concretas. Primero, el enviado de EE. UU. Para Venezuela o el propio Trump debe llamar a Guaidó y pedirle que renuncie y luego pedir pública o privadamente a los miembros del congreso de Venezuela que instalen a un líder que no sea corrupto y que esté comprometido con acciones firmes contra Maduro, de la mano con América y nuestros aliados más cercanos. En segundo lugar, los políticos estadounidenses deben comprender que Maduro solo puede ser derrocado por la fuerza, no por una guerra, sino por la fuerza. Esto incluye, pero no se limita a, acusar y capturar líderes del régimen dentro y fuera de Venezuela para usarlos como moneda de cambio, usar la guerra cibernética y colaborar con un futuro gobierno interino transparente en el intercambio de inteligencia», expresa.
Redacción Maduradas con información de Washington Examiner
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