El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este viernes 26 de febrero la entrada en operaciones de un comando de élite de 7.000 militares que perseguirá a los rebeldes que se financian con el tráfico de drogas y otras actividades y que enfrentará el terrorismo transnacional.
Rodeado de helicópteros, tanques de guerra y cientos de soldados, el mandatario describió como «histórica» la creación de esta fuerza.
«Nace con el propósito de doblegar, de golpear y de someter las estructuras del narcotráfico y de las amenazas transnacionales ligadas a la explotación ilegal de minerales, al tráfico de especies, de personas y, por supuesto, a cualquier forma transnacional de terrorismo», declaró eufórico Duque, desde el fuerte militar de Tolemaida (centro).
El presidente aseguró que el comando perseguirá «sin contemplación» al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa reconocida en Colombia, bandas narco, así como a exguerrilleros de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016.
«¡Soldados! Es una lucha moralmente necesaria, moralmente correcta (…) ¡Vamos por la defensa de Colombia!», instó.
Aunque esta vez no se refirió a Venezuela, cuando anunció este comando, el 8 de febrero, aseguró que sus efectivos irían tras «objetivos de alto valor» que encontraron refugio en ese país con la supuesta complicidad del gobierno chavista.
El gobernante no mencionó ni ahora ni entonces una acción directa o encubierta en territorio venezolano.
Nicolás Maduro negó en su momento las acusaciones y llamó a sus fuerzas armadas a limpiar los «cañones de los fusiles» y estar listos para «contestar si Iván Duque se atreve a violar la soberanía» de su país.
La fuerza de élite será comandada por el brigadier general Juan Carlos Correa.
«La meta es combatir el narcotráfico por aire, tierra y mar sin tregua», advirtió el ministro de Defensa, Diego Molano.