El populismo tiene sus reglas, al igual que cualquier sistema político. Para los que lo aplican, la cosa funciona como una especie de fórmula o receta. Los países, como Venezuela, que se han visto sometidos ante su régimen, son fáciles de identificar para los expertos que sin duda identifican este sistema como un fracaso.
A continuación te presentamos una lista de siete tácticas que ha usado el populismo para conquistar masas alrededor del mundo, según la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez:
1. Disfrazar la voluntad del pueblo
El líder populista se jacta de decir que todo lo que hace es y siempre será la voluntad del pueblo, pero ¿Quién dice cuál es el deseo del pueblo? Nadie más que él mismo ¿Entonces dónde queda el equilibrio de ese deseo? Lo que hacen es disfrazar su verdadera intención.
2. Promesa de beneficios al pueblo
No es raro ver como los países sumidos en este sistema esperan recibir esos tantos beneficios que promete el Gobierno y jamás llegan. Ahora, lo que sí es notable es el enriquecimiento de los afectos al Gobierno y funcionarios públicos. Piden beneficios para el pueblo y terminan recibiéndolo para ellos.
3. Invención de enemigos internos
Todo aquel populista tiene un enemigo interno, a ese a quien hay que echarle la culpa. ¿Pero, quién podría ser ese enemigo? Sin duda la oposición, ese sector del pueblo o de la política que critican sus decisiones
4. Creación de enemigos externos
Así como hay enemigos internos, pues también tienen que existir los externos. Les suena ¿el imperio? El contrario más nombrado por el gobierno venezolano.
5. Control de los poderes
El líder populista siempre buscará amalgamar los tres principales poderes: el ejecutivo, judicial, legislativo, ¿con qué fin? Tener el control de todo. Así nadie podrá cuestionarlo, puesto a que puede esconder sus decisiones entre uno de estos mientras aparenta que su único lugar es al lado del pueblo.
6. Publicitar sus ideas como justicia social
Como se ha reflejado anteriormente, la principal necesidad del líder populista es que los ciudadanos lo vean como un agente de cambio y justicia social. Alguien que a fin de cuentas pondrá la cara por ellos, aunque en realidad no sea así.
7. ¿Gratis? Mentira
Seguramente has escuchado promesas de gobiernos populistas como la entrega de viviendas gratuitas o bolsas de comidas que al final solo sirven de excusa para que ellos puedan aumentar los impuestos y en consecuencia la inflación y deuda pública. Y luego cuando preguntan de dónde salió ese aumento en los gastos del estado lo justifican con lo que han “regalado” al pueblo.