Los migrantes venezolanos que fueron desalojados el pasado viernes 24 de septiembre de Plaza Brasil en la ciudad de Iquique en Chile, no cuentan con carpas ni camas debido a que una marcha organizada contra la inmigración ilegal quemo sus pertenencias.
La experta en migraciones de la ciudad de Iquique, Romina Ramos, indicó que las acciones cometidas tras el desalojo de los venezolanos produjeron mucha violencia y las calles no son seguras para los migrantes.
«Responde a una violencia de Estado, debido a la restricción a las personas venezolanas para ingresar como turistas a Chile vía visas consulares y luego cambiar su estatus migratorio para poder quedarse acá en Chile», dijo Ramos.
Para la experta, las medidas migratorias restrictivas aplicadas por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, desencadenaron el aumento de ingresos irregulares al país chileno.
«El gobierno de Piñera implementó la visa de ‘Responsabilidad democrática’, con la idea de poder generar una especie de alianza entre el gobierno chileno y el paragobierno venezolano. Ese es un problema, ya que cuando impones visas consulares sin comunicar a la comunidad internacional que vas a implementar una medida restrictiva, lo único que provocas es que aumenten de manera muy significativa los ingresos irregulares, pero no detienen la migración”, expuso Ramós.
La organización feminista las Kabras, esta solicitando ayuda por medio de su cuenta de Instagram para apoyar a los venezolanos desalojados los cuales se encuentran pidiendo dinero para poder comprar un pasaje de regreso a Venezuela.
“Hay mucha gente en las calles acampando a la espera de poder irse de aquí ya sea porque le faltan los papeles, los pasajes o esperan a un familiar y se han asentado como han podido en distintos lugares de la ciudad y siendo ahora emblemático la toma del espacio de la plaza Brasil lugar donde llevan alrededor de un año y hace unos ocho meses la cantidad de carpas se multiplicó de 5 a 40 carpas», sentencio Natalia una de las integrantes del grupo feminista Kabras.
«Ahora estamos entregando comida en la calle y estamos con una chica que está con sus dos niños muy pequeños y no saben dónde dormir, no tienen carpa, no tienen cama y están en el semáforo haciéndose monedas para poder comprarse un pasaje e irse», expuso Natalia.
Redacción Maduradas con información de