Familiares de Lisbeth Ramírez, joven tachirense asesinada junto a Óscar Pérez en la masacre de El Junquito, ocurrida hace un año, aún sufren el dolor de su partida.
En declaraciones ofrecidas a El Pitazo, Farides Mantilla, madre de la joven, indicó que va cada domingo a visitar a su hija en el cementerio.
“Nosotros vamos todos y le echamos los chismes del barrio, le contamos del país, de todo. A veces nos reímos, otras veces lloramos, pero siempre estamos ahí con ella, para recordarle que la amamos profundamente y que nunca la vamos a olvidar. Llevamos café, pan y galletas para comer mientras estamos ahí. Compramos una corneta inalámbrica y ponemos la música cristiana que a ella le gustaba escuchar siempre”, contó Mantilla.
La mujer dijo que reza tanto por su hija como por su fallecido novio, Jairo Lugo, amigo de Óscar Pérez y por quien ella estaba en El Junquito aquel 15 de enero.
“Yo la extraño cada día de mi vida, a cada hora. Aún no puedo creer que me la hayan asesinado de esa manera porque es injusto. ¿Por qué me la tuvieron que matar si ellos decían que ya, que se entregaban, que se rendían?” se pregunta la mujer.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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