Hasan Nasrallah, líder de Hezbolá, partido político y paramilitar líbanés catalogado por EEUU como una organización terrorista, lloró este viernes 3 de enero en plena transmisión televisiva, cuando lamentaba la muerte del general iraní, Qasem Soleimani, quien fue ejecutado durante una operación militar estadounidense en el Aeropuerto Internacional de Bagdad (Irak).
“Para continuar en el camino del general Soleimani, izaremos su bandera en todos los campos de batalla”, afirmó Nasrallah a través del portal web Al Manar.
Asimismo, llamó a reivindicar su muerte. “Dar el castigo apropiado a estos asesinos criminales será responsabilidad y tarea de todos los combatientes de la resistencia en todo el mundo”, instó el vocero del grupo armado.
Soleimani era el jefe desde hace dos décadas del grupo élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán y un hombre de confianza del líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, a quien reportaba directamente, reseñó la agencia estadounidense de noticias la Voz de América (VOA).
Para que se tenga más claro, la fuerza Quds es la responsable de las acciones militares encubiertas de Irán en el extranjero.
Estaba acusado de ser el responsable de la muerte de cientos de soldados norteamericanos y de la coalición internacional que lucha en Siria e Irak, e incluso de estar detrás del ataque de integrantes de la milicia chií a la embajada de Estados Unidos en Bagdad esta semana.
Y como punto, no menos importante, se le atribuye haber definido la estrategia que ayudó al presidente sirio Bashar al Asad cambiar el curso de la guerra contra las fuerzas rebeldes.