Al mismo tiempo que el presidente Nicolás Maduro enviaba un mensaje casi «desesperado» al mandatario Donald Trump para que le permitiera estrechar su mano, se vendía ante la Asamblea Ncional de la ONU con la cantaleta del «presidente obrero».
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«A pesar de las inmensas diferencias históricas, sociales, yo soy un obrero, conductor de un autobús, no soy un magnate. Yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos”, vociferaba Maduro en un discurso contradictorio en el que se mostraba pasivo-agresivo a ratos.