El presidente Nicolás Maduro, iniciará un segundo mandato desafiando un cerco diplomático de gobiernos que cuestionan la legitimidad de su reelección, en un país donde la profunda crisis económica ha empujado a millones a emigrar.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a sus simpatizantes a congregarse en el Tribunal Supremo de Justicia, donde el mandatario prestará juramento para regir hasta el 2025.
Para la oposición, la ceremonia mostrará internacionalmente a Maduro como un dictador después de unas elecciones en mayo del año pasado que fueron boicoteadas por la oposición ante la falta de garantías, y que fueron consideradas por algunos gobiernos como una farsa.
Pero con el apoyo de las fuerzas militares, una oposición fracturada y una campaña incesante contra sus rivales ideológicos, Maduro parece enfrentar pocos obstáculos pese a sus niveles de aprobación bajos y la crítica internacional.
El mandatario aseguró que Venezuela tiene una democracia “impecable” y le honra que Estados Unidos y otros países lo llamen dictador.
“Han querido convertir una juramentación constitucional, protocolar, formal en una guerra mundial. Pero les digo también en esta oportunidad: llueva, truene o relampaguee vamos a volver triunfar”, dijo Maduro en una conferencia de prensa.
Además de la coyuntura, Maduro enfrenta un aislamiento internacional con sanciones de la Unión Europa y Estados Unidos. Incluso, países de la región que forman parte del Grupo de Lima no reconocerán el nuevo mandato.
Redacción Maduradas con información de Reuters
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