Cristina Burelli,fundadora de la organización no gubernamental SOS Orinoco, denunció y condenó este jueves 10 de febrero la fiesta privada ilegal realizada en la cima del Kusari Tepuy, ubicado en el Parque Nacional Canaima. Además, aseguró que «ahí no vuelve a crecer más nada», en alusión a la vegetación del lugar.
«La vegetación que existe en la cima de los tepuyes es sumamente frágil, porque son suelos muy pobres, muy antiguos, cuatro mil millones de años de la era precámbrica, y cada tepuy se ha ido moldeando a través de estos años y son como una isla biodiversa, cada una es única, la vegetación que hay en la cima de cada uno de estos tepuyes es única», expresó durante una entrevista ofrecida a la cadena radial Onda.
«Para esta fiesta limpian el terreno, quitan la vegetación, y debajo de esa vegetación lo que hay es arena. Esa es la desertificación, ahí no vuelve a crecer más nada. Toda la vegetación única que había en ese tepuy ya desapareció y no vuelve a crecer», lamentó.
En concreto y, como reseñaron varios portales digitales informativos venezolanos, el pasado fin de semana se realizó una fiesta privada e ilegal en el Kusari Tepuy, en el Parque Nacional Canaima. Entre los invitados, figuró el denominado «Zar de la belleza», Osmel Sousa, entre otros «empresarios».
La ONG SOS Orinoco denunció que fue el 4 de febrero cuando se realizó la fiesta de los 50 años de Rafael Oliveros, director del Grupo La Marea y director general de Campamento Canaima. Los invitados fueron trasladados en al menos nueve helicópteros.
Lo que se sabe, es que en el Tepuy armaron un campamento temporal con carpas. Los asistentes luego bajaron la mañana del sábado 5 de febrero de 2022, entre las 7:00 y 9:00 de la mañana. De acuerdo con la ONG, Oliveros suscribió un acuerdo comercial con Conviasa a través de ConViaje, «con el propósito de incentivar el turismo en la localidad con paquetes todo incluido».
Sin embargo, la misma ONG alertó que sobre «la cumbre del Kusari Tepuy crece una vegetación de herbazal, única de estas montañas tabulares del Escudo Guayanés, caracterizada por especies de gran valor científico. Estos herbazales crecen sobre suelos extremadamente pobres y rocosos, lo cual los hace muy sensibles y de difícil recuperación una vez impactados. Son muy susceptibles a los incendios, al pisoteo, a los desechos orgánicos, y es por eso que toda actividad en principio debe estar prohibida». Fue esta la razón que causó tanta indignación en los venezolanos.
Redacción Maduradas con información de Monitoreamos y Al Navío
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