El presidente Nicolás Maduro insistió este domingo en que convocará próximamente “una gran cumbre mundial de solidaridad con el pueblo de Venezuela”, un evento del que no ofreció mayores detalles y que busca contrarrestar “una campaña criminal” internacional contra el país.
“Son opciones que nos van a permitir (…) atenuar una campaña criminal, brutal, gigantesca, inclemente que hay contra Venezuela en el mundo”, dijo Maduro en una entrevista en el canal privado Televen, después de atacar a los Gobiernos “de derecha” de la región por sus duras críticas al rumbo tomado por su gobierno.
Maduro insiste en la idea de esta cumbre -planteada el 8 de agosto durante una reunión de la alianza regional de países de izquierdas ALBA- después de que la toma de los poderes del Parlamento por parte de la Asamblea Nacional Constituyente provocara una nueva ola de rechazo internacional a Venezuela.
“Aspiro que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) (…) muy pronto dé un paso adelante y convoque una cumbre por el diálogo, por la paz y en apoyo a la soberanía de Venezuela”, declaró el mandatario.
Con la cumbre se pretende ganar apoyo internacional “contra la amenaza” del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien dijo hace días que no descarta una intervención para solventar la crisis venezolana y volvió a denunciar atropellos de la democracia en el país petrolero tras atribuirse la Constituyente las funciones de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Con la reunión internacional que propone, el chavismo busca movilizar a países allegados como Cuba, Bolivia, Rusia y China y actores internacionales que no le son abiertamente hostiles para hacer frente a la cascada de condenas en Europa y América a una Constituyente, que según sus detractores está llevando al país a una “dictadura”.
El ministro de Exteriores, Jorge Arreaza; el de Información, Ernesto Villegas; el hermano del difunto presidente Hugo Chávez, Adán Chávez, y la presidenta de la Constituyente, Delcy Rodríguez, están trabajando en los preparativos de la cumbre, que según dijo Maduro en la reunión del ALBA podría celebrarse en El Salvador.
Según Maduro, los “eventos preparativos” para la cumbre “en varios países del mundo” empezarán a celebrarse a partir del lunes.
Arreaza se refirió este sábado a la inminencia de esta cumbre, a la que invitó a quienes apuestan por el “diálogo” en Venezuela frente a las “injerencias” de quienes a su modo de ver están en connivencia con supuestos planes del “imperialismo norteamericano” para acabar con la revolución.
Entre estos actores partidarios del diálogo, Arreaza citó al expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y a los exmandatario Leonel Fernández (R. Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), que han participado como mediadores en pasadas negociaciones entre el Ejecutivo de Maduro y la oposición.
Desde abril, Venezuela ha sido escenario de protestas a favor y en contra del Gobierno.
Las protestas se incrementaron en mayo pasado, cuando Maduro convocó a la Asamblea Constituyente, compuesta solo por miembros afectos al chavismo gobernante y desconocida por la oposición venezolana, así como por Estados Unidos, la Unión Europea y una docena de países latinoamericanos.
Información de EFE.