La presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, culpó hoy a los líderes opositores por las nuevas sanciones financieras que impuso el Gobierno de Estados Unidos al país y que afectan también a la petrolera estatal PDVSA.
“Han pedido la intervención del país, han pedido sanciones financieras y su amo imperial les está dando ese regalo que es perjudicar al pueblo de Venezuela”, dijo Rodríguez en medio de un acto de reconocimiento a agentes de la fuerza pública en Caracas.
La medida, anunciada hoy por la Casa Blanca en un comunicado, prohíbe “negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal”.
También prohíbe las “negociaciones con ciertos bonos existentes del sector público venezolano, así como pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela”.
Por ello, la excanciller señaló directamente a los diputados opositores Julio Borges, Freddy Guevara y Henry Ramos Allup, presidente, vicepresidente y expresidente del Parlamento venezolano, respectivamente, “que lo único que piden es la intervención de Venezuela para perjudicar” al pueblo.
“Ellos lo pidieron por escrito, iban de forma genuflexa a Washington, fueron al Pentágono a pedir la intervención militar de Venezuela y pidieron también el bloqueo financiero”, aseguró y lamentó que la oposición esté “tan comprometida con los intereses antinacionales de Venezuela, con la amenaza de intervención”.
La funcionaria recordó que la comisión de la Verdad creada por la ANC, un órgano integrado únicamente por oficialistas y visto como fraudulento por buena parte de la comunidad internacional, está investigando a Borges “por todas sus acciones dirigidas al bloqueo financiero de Venezuela”.
“Nos quieren agredir por la economía (…) creen que asfixiando a la economía venezolana el pueblo se va entregar”, dijo al recordar la tesis de la “guerra económica” que pregona el presidente del país, Nicolás Maduro, para explicar la crisis que atraviesa el país, por la que acusa a empresarios y opositores.
El pasado 9 de agosto, EE.UU. anunció la última lista de sanciones a funcionarios venezolanos en una nueva muestra de presión sobre Caracas tras la instauración de la Asamblea Constituyente, que considera “ilegítima” y por la que dio el paso de denominar “dictadura” a Venezuela.