El canibalismo ritual, una práctica oscura y aterradora, ha encontrado un lugar en los cultos religiosos de algunos grupos del crimen organizado en México, revelaron investigadores y expertos en el tema.
No se trata de un acto de supervivencia, sino de una ceremonia donde la carne humana se consume como símbolo de dominación, control y poder.
Según el antropólogo Claudio Lomnitz, en su libro «Para una teología política del crimen organizado», estos rituales se llevan a cabo en secreto, envueltos en supersticiones y creencias distorsionadas y los miembros creen que al consumir la carne de un enemigo, adquieren su fuerza, poder y valentía; además, creen que sirve para fortalecer la cohesión del grupo y la lealtad al líder, creando un vínculo inquebrantable entre los participantes.
Lomnitz explicó que el canibalismo ritual en México tiene sus raíces en los «narcosatánicos» de Matamoros en 1989, donde el sacrificio humano era utilizado para crear complicidad y guardar secretos. Posteriormente, el canibalismo se adoptó como una forma de reclutar nuevos miembros para el crimen organizado, especialmente sicarios.
La prueba de iniciación para estos nuevos miembros es consumir carne humana, generalmente de un enemigo o incluso de un miembro del mismo grupo que ha sido traicionado; si no lo hacen, son ejecutados.
También se llevan a cabo actos de dominación extrema, en los que se prepara la carne humana en platillos como tamales para servirlos en banquetes macabros.
Un caso es el de un hondureño secuestrado que sobrevivió en 2021, quien contó que fue obligado a comer carne humana mientras esperaban el pago del rescate.
Redacción Maduradas con información de Noticias Caracol.
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