Según el texto, esta decisión se adoptó con el objeto de «resguardar la inviolabilidad de las fronteras, combatir el contrabando y prevenir actividades de personas que pudiesen representar amenazas a la seguridad» de Venezuela.
Esta restricción se suma a la ya existente para los vehículos de carga y de transporte de mercancías «de cualquier rubro (…) en todos los municipios fronterizos», informó la Gaceta.
Este cierre se aplica, recuerda el texto, desde las 18.00 horas hasta las 05.00 de la mañana desde agosto, una decisión «para reducir a su mínima expresión el contrabando de extracción», remarcó el día de su puesta en marcha el jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas (CEOFANB), general Vladimir Padrino.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, se reunieron a principios de agosto en Cartagena, un encuentro del que salió la creación del Centro Binacional de Comando y Control contra el Contrabando, con sede en los dos lados de la frontera.
Sin embargo, la decisión del cierre fronterizo generó la «inconformidad» de la Cancillería colombiana ya que -según la titular de exteriores de ese país, María Ángela Holguín- se tomó de manera «unilateral» por parte del Ejecutivo encabezado por Maduro.
«No nos parece que el cierre de la frontera sea la medida que va a controlar el contrabando. El contrabando se tiene que controlar con otras medidas internas», afirmó días después del comienzo de su aplicación Holguín.
El Gobierno colombiano ha manifestado su desacuerdo con este cierre nocturno por los efectos negativos que, asegura, causa en el comercio bilateral. Venezuela ha puesto especial énfasis en la lucha contra el contrabando al considerar que es una de las causas de la escasez y el desabastecimiento que vive el país petrolero.
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó a principios de diciembre del encarcelamiento de más de mil personas por delitos relacionados con el contrabando en los últimos cuatro meses.
Fuente: EFE.