La hermana de Orlando Abreu, María José, rechazó la oferta de indemnización que hizo Oscar Narro, alias Cara Cortada, quien confesó haber asesinado al venezolano cuando trabajaba en un puesto de un un mercado en la región de Trujillo, Perú.
«No hay dinero que me devuelva la vida de mi hermano», respondió la pariente.
Esta respuesta estuvo dirigida a Alejandro García Lara, abogado de Cara Cortada, quien señaló que su defendido se había ofrecido para pagar a la familia del fallecido una reparación civil.
«Está arrepentido. Pide otra oportunidad», dijo el abogado en medio de la propuesta.
Sin embargo, María José rechazó de forma contundente la propuesta y señaló que lo único que su familia espera es que el culpable pague ante la ley.
«Nosotros no pedimos una indemnización, sino que se haga justicia. Pedimos la pena máxima para ese criminal. Así como no se condolió con mi hermano para quitarle la vida, que la justicia peruana tampoco la tenga con él», expresó durante una entrevista ofrecida a Sergio Novelli.
Por otra parte, el abogado reveló que su defendido había señalado no tener ninguna motivación para cometer el crimen.
«Él dice que estuvo en una situación de haber consumido drogas y alcohol desde un día antes y que no se acuerda de lo que ha hecho, porque él dice que si hubiera estado sano, no lo hubiera cometido», indicó.
Pese a esto, la hermana del fallecido denunció que una mujer, identificada como Manuela Guevara, había estado manifestando xenofobia contra su hermano e incluso hubo una discusión entre ellos, donde esta le había señalado que quería ver a cualquier venezolano trabajando en el mercado menos a él.
Supuestamente esta mujer contactó a Narro para amedrentar a Abreu, porque este hombre se encargaba de correr a los venezolanos de la cuadra.
La hermana de la víctima sospecha que la mujer esté detrás del crimen y la señaló como «cómplice».
También reveló que luego del crimen se vio obligada a huir de Perú porque Cara Cortada le enviaba videos amenazantes.
«Me enviaba videos, me amenazó. Salí desesperada. Tuve que vender todas mis cosas. Quedé sola. Yo corro peligro, aún donde estoy (…) Estoy un poco más tranquila porque fue detenido, pero recuerda que es como una mafia; el puede mandar a gente de afuera», indicó María José Abreu.