A través de un artículo de la agencia Bloomberg se dio a conocer la presunta existencia de una insurrección militar, denominada «operación constitución», que tenía por intención detener las elecciones del pasado 20 de mayo y capturar al presidente Nicolás Maduro.
Como resultado de la presunta conspiración, varios miembros activos oficiales de la Armada fueron detenidos y, denuncian en redes sociales, han sido torturados y sus derechos vulnerados.
Aparentemente, los implicados han sido vinculados con otro golpe, conocido como «operación Armagedón», cuyo objetivo denuncian era asesinar a Nicolás Maduro. Del mismo modo, les achacan el delito de «traición a la patria».
La rebelión, se estima, habría sido planificada para ejecutarse en abril de 2017, pero «una rebelión militar no relacionada y mucho más pequeña provocó que los participantes pospusieran su plan».
Según Bloomberg, en 2018 fue reanudado el plan y se concretaron reuniones en Caracas para asalta Miraflores y la principal base militar. El plan involucraba factores colombianos y estadounidenses que, posteriormente, se lavaron las manos y negaron su participación.
Sin embargo, en mayo, la detención de varios militares frustró el operativo.
Adicionalmente, en el plan de golpe fue relacionada la coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado, ante lo cual la aludida también negó su vinculación.
«No tengo conexión con estas tramas. Quieren silenciar mi voz, porque los he etiquetado como una narcodictadura. Quiero ser clara: quiero que Nicolás Maduro salga del poder de inmediato. Pero lo quiero salir vivo para que pueda enfrentar la justicia que su régimen ha negado a los venezolanos», dijo Machado al respecto.
Redacción Maduradas con información de Bloomberg
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