Los ciudadanos de San Cristóbal, en el estado Táchira, hacen largas colas a las afueras de un matadero para obtener entre dos y cinco litros de sangre de res.
Entre ellos se encuentra Luis Ovalles, quien confiesa haber recurrido a esta opción para alimentarse en medio de las dificultades económicas.
“Somos de bajos recursos y no tenemos con qué comprar un kilo de carne. Uno viene aquí a pedir la sangrecita para preparar el «Pichón» y así una aguanta. Algo es algo, aunque sea para desayunos”, indicó.
La sangre que se descarta en los mataderos es regalada a los ciudadanos que la piden para preparar el mencionado platillo que es común en algunos hogares de la zona andina del país.
Para preparar el «Pichón» se hierve la sangre en una olla y se le acompaña con algunos vegetales, con esto se obtiene una textura similar a la de la carne molida.
“Cada día va más gente. Hoy vi como a 50 personas. Es que el costo de la vida que está muy elevado“, indicó Franklin Torres.
De acuerdo con las cifras de la ONU, Venezuela ocupa el cuarto lugar entre los países con mayor inseguridad alimentaria este año.
Cabe destacar que aunque para muchos resulte extraño el consumo de sangre de res, el nutricionista Pablo hernández asegura que la misma es fuente de hierro y proteínas.
Pese a esto, el especialista también advierte que la sangre es rica en nutrientes y le gusta a las bacterias, por lo tanto debe cuidarse en cadena de frío y cocinarla muy bien para evitar que las mismas proliferen.
Redacción Maduradas con información de Sumarium
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