Alejandro Betancourt, fundador de la empresa de energía Derwick, es señalado por haber presuntamente recibido millones de dólares de un esquema de corrupción que pretendía extraer 1.200 millones de dólares de la estatal Petróleos de Venezuela.
Su nombre está vinculado al caso federal de Miami, en Estados Unidos, que también investiga a los hijos de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, aunque no sale identificado en los documentos.
Fuentes familiarizadas con la investigación confirmaron al Miami Herald que Betancourt es el segundo en la lista (Conspirador 2) de la docena de conspiradores enumerados. El bolichico, de 39 años, podría ser acusado formalmente.
El Nuevo Herald publicó algunas claves sobre el caso, a continuación:
1.- Hasta el momento, nueve personas han sido acusadas formalmente, con dos de ellas declarándose culpables y una esperando juicio. Los otros seis, entre los que se encuentra el primo de Betancourt, Francisco Convit Guruceaga, son considerados como fugitivos por la justicia estadounidense.
2.- Según documentos de la corte, Convit y el «Conspirador 2» recibieron 272,5 millones de dólares del esquema de corrupción, distribuyendo parte de ese total a quien luego se convirtió en el testigo estrella del caso federal.
3.- Sin contar con gran experiencia en la industria, Betancourt fundó Derwick Associates hace una década y obtuvo miles de millones de dólares en contratos gubernamentales para la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica. Derwick fue acusada en ocasiones de haber recibido el pago de abultados sobreprecios.
4.- Con esos ingresos, Betancourt no solo expandió sus operaciones, llegando hasta Estados Unidos, sino que compró un apartamento penthouse en el Tower Olympic de Manhattan, y un castillo y otras propiedades de lujo en España, según documentos de la corte.
5.- El caso de lavado de dinero en Miami alega que el “Conspirador 2” estaba en la red de empresarios chavistas conocidos como “boliburgueses”, y de funcionarios gubernamentales, que recibieron cientos de millones de dólares en 2014 por parte de Pdvsa como pago de un préstamo que otorgaron a la compañía estatal.
6.- La acusación formal de la fiscalía alega que la red utilizó una compañía fantasma para prestarle a Pdvsa en bolívares el equivalente de 42 millones de dólares y luego se les pagó en pocos meses el préstamo en euros, haciendo uso de un escandalosamente favorable tipo de cambio oficial que solo estaba disponible para los amigos del régimen.
Redacción Maduradas con información de El Nuevo Herald y El Pitazo
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